Rabietas: qué son, cómo tratarlas y cómo evitarlas

que es una rabieta

¿Qué es una rabieta? ¿Cuándo empiezan las pataletas? ¿Cómo evitar los berrinches? ¿Cómo tratar las rabietas por edades? ¿Cuándo pedir ayuda profesional? Déjate Asesorar.

¿Qué es una rabieta?

Las rabietas son las expresiones de una emoción negativa, de frustración, enfado o rabia. Se dan cuando un niño no consigue sus objetivos, lo que desea, lo que pide o lo que intenta conseguir.

Las rabietas también son conocidas como perretas, pataletas o berrinches. En cualquier caso, son arrebatos emocionales incontrolables en los niños, que producen situaciones desagradables o perturbadoras a su alrededor.

Los berrinches se producen como expresión de la frustración. La reacción puede contener llantos, gritos, dejar de hablar, impaciencia, negarse a moverse, dejar de respirar, patalear, golpear a personas… Es normal que los niños no sepan cómo encajar los fracasos cuando son pequeños, lo grave es no corregir esas conductas, que se pueden perpetuar en el tiempo y necesitar un psicólogo infantil.

¿Cuándo empiezan las rabietas?

Las rabietas suelen empezar cuando los niños comienzan a entender un poco su entorno y pueden decidir lo que les gusta y lo que no. Habitualmente, los berrinches se dan entre los 18 meses y los 3 años. En algunos casos, pueden llegar hasta los 7 años, si no se tratan bien, o convertirse en problemas peores si no se tratan.

Las pataletas suelen originarse por motivos no demasiado importantes y eso genera un estado de frustración efímero y de poca duración. Si los motivos de la frustración son serios, puede que la frustración se eternice y sea recurrente. Cuidado porque es perfectamente posible que el enfado tenga todo el sentido del mundo y ahí las soluciones son más complejas si no se atajan en el corto plazo.

Las rabietas pueden producirse también por cansancio, hambre, incomodidad o falta de atención. Cuando los berrinches son por problemas leves, se pueden solucionar; cuando detrás hay un problema real e importante, quizá no estemos ante una simple rabieta.

Así que en cuanto el niño puede distinguir lo que le gusta o no, habitualmente cuando comienzan a hablar con cierto sentido, se pueden comenzar a producir las rabietas.

cuando empiezan las rabietas

Cómo evitar las rabietas

Para evitar las rabietas, debemos distinguir si son por cuestiones importantes o secundarias. El niño se expresa mediante un berrinche principalmente por llamar la atención, poseer algo que no tiene, por intentar algo que no le sale, por no poder hacer lo que quiere y por celos ante otro ser que ve como rival (hermanos, primos…).

Habitualmente, estas cuestiones son poco importantes, simplemente el niño no comprende que no puede ser siempre el centro de atención, que no puede tener todo lo que quiera, que no siempre va a conseguir los resultados que imagina, que no puede hacer lo que le dé gana y que es uno más de tantos niños. En cuanto entienda estas premisas, podremos evitar las rabietas.

Para evitar las rabietas:

  • Sólo debemos prestar atención al niño cuando se porte bien, lo que se llama atención positiva. Si hay berrinche, lo ignoramos lo más posible.
  • El niño debe entender el valor de las cosas, su precio, el sacrificio que significa el poder tenerlas. En cuanto entienda el valor de lo que posee, comenzará a ser más realista con sus posibilidades de adquisición.
  • Los niños deben estar en un proceso continuo de aprendizaje, donde todos los días consiga pequeñas metas e incurra en pequeños fracasos. Debe ser consciente de la dificultad de algunas tareas y de lo que ha conseguido.
  • Hay que poner limitaciones a nuestros hijos, debemos ordenar sus vidas. Pero claro, antes debemos ordenar las nuestras: cuidado con el cansancio, el hambre, las incomodidades… Nuestros hijos no pueden hacer lo quieran, pero nosotros tampoco podemos hacer lo que queramos con ellos.
  • Los niños deben interactuar con otros niños y darse cuenta que dentro de su individualidad son todos iguales. El niño debe comprender que todos son tratados de la misma forma y que no merece un trato especial.

¿Cómo tratar las rabietas por edades?

Se deben tratar las rabietas de distinta manera, según las edades. Como hemos visto, estas expresiones podrán estar justificadas en algunas circunstancias.

Para tratar una rabieta lo mejor es tratar de no contribuir a ella. Es decir, la frustración genera más frustración y es mucho más complicada de gestionar en los adultos.

como evitar las rabietas

Rabietas hasta los 18 meses

Habitualmente es la edad en la que los niños comienzan a hablar para expresarse con cierto sentido. Cuando el niño no puede hablar, hay que saber si el niño está cansado, incómodo, tiene hambre… porque tratar la pataleta será tan sencillo como dormir, comer o colocarlo en un ambiente más acorde.

Rabietas de niños de 2 años

Son las más habituales: el niño acaba de descubrir el mundo y cómo conseguir atención. Quiere todo lo que le apetezca y que todo gire alrededor de él. Es el momento de bajarle los pies a la tierra y entender que se tendrá que ganar lo que quiera y deberá de portarse bien.

Rabietas de niños de 3 años

Mientras más edad, más intensas suelen ser las rabietas. Aquí encontramos actitudes violentas, en algunos casos. Si el niño no ha aprendido a canalizar su frustración, puede empezar a expulsarla de forma violenta con sus padres, hermanos, compañeros, etc. Es el momento de ponerle límites a esas actitudes y demostrar que sus actos tienen consecuencias.

Rabietas de niños mayores de 4 años

Habitualmente se da en niños que no han tenido límites, que no entienden las reglas, que son hijos y nietos únicos, que tienen demasiada atención sobre ellos. Aquí la solución se complica, ya que el niño ya se habrá acostumbrado a una zona de confort que no quiere cambiar.

Rabietas extremas en niños

Las rabietas suelen desaparecer a los 4 años, pero si no se consiguen eliminar, se vuelven más extremas. En algunos casos, suelen llegar hasta los 7 años y en otros continuarán en la adolescencia y en la edad adulta.

A partir de los cuatro años, se recomienda la visita a un psicólogo infantil para tratar el tema de las pataletas. En algunos casos, el niño comienza a lesionarse, a dejar de comer, a hacer cosas peligrosas, hacer ruido, comportarse como un adulto…

Los niños suelen ser muy malos haciendo caso, pero muy buenos copiando conductas, sobre todo si son sencillas. Así que hay que tener cuidado con el ejemplo que le estamos dando a nuestros hijos. Si los adultos se comportan como niños, no se les puede exigir a los niños un buen comportamiento.

alejandra garcia rivero
Alejandra García
Psicóloga Infantil y Juvenil

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